La blusa amarilla

Nunca tuve traje. Tenía dos blusas del aspecto más infame. Un método probado es adornarse con corbata. No tenía dinero. Tomé una cinta amarilla de mi hermana. Me la anudé. Hizo furor. Por lo tanto, lo más notable y lindo del hombre es la corbata. Obviamente, si se aumenta la corbata, aumenta el furor. Pero, como las dimensiones de las corbatas son limitadas, recurrí a una estratagema: hice una camisa.corbata y una corbata-camisa.
Una impresión irresistible
( Yo mismo, Vladimir Maiakovski, tr. Ángel Pozo Sandoval)
Comentarios